Leyendo la Biblia, que es la palabra de Dios, encontramos todas las respuestas para cada situación de nuestra vida. No solo eso, ella nos guía en medio de este viaje a veces con tormentas que es la vida. Tener un lugar seguro de llegada, los instrumentos adecuados para navegar, y un buen comandante en el timón, nos hace sentirnos seguros en esta maravillosa aventura que es al lado de Dios, el vivir.
viernes, 20 de noviembre de 2015
Genesis 18, Nada es imposible para Dios
http://www.spreaker.com/user/8111289/genesis18-no-hay-nada-imposible-para-dio
miércoles, 11 de noviembre de 2015
La justicia de Dios protege al bueno, tambien castiga al malo
La justicia de Dios protege al bueno, también castiga al
malo.
Busquen al Señor, todos los humildes de la tierra,
los que han puesto en práctica sus normas.
Busquen la justicia, busquen la humildad;
tal vez encontrarán refugio
en el día de la ira del Señor. Sofonías 2:3
los que han puesto en práctica sus normas.
Busquen la justicia, busquen la humildad;
tal vez encontrarán refugio
en el día de la ira del Señor. Sofonías 2:3
A Sofonías le toca continuar con el tema
desagradable para muchos del “día del juicio de Dios”. Muchos incluso no creen en estos libros, porque dicen que un Dios de
Amor no haría nada en medio se su ira….
Pero como cuando leemos el antiguo testamento y libros como el de
Habacuc y Sofonías nos hacen ver que parte
de la justicia de Dios es la abolición completa de la maldad, y ello implica acciones
de verdad temibles.
Sofonías quiere decir cuando menciona la palabra
refugio “oculto en el Señor” y seguramente lo que sucedió con este hombre
y muchos otros profetas de Dios, fue que en medio de tanta maldad y corrupción existía
un remanente al cual pertenecen todos los que son fieles al Dios a pesar de las
circunstancias y adversidades.
El versículo muestra como no puede haber una verdadera
justicia si no se premia a los buenos y por supuesto se castiga la maldad. En este sentido es claro ver que la justicia
de Dios esta hecha para perseverar en la bondad, para proteger a sus escogidos;
es como las leyes terrenales, si vemos
por que han sido promulgadas, no es para castigo de los malos sino para protección
de los ciudadanos que hacen el bien; lo
que sucede, es que no miramos a fondo los propósitos de cada cosa.
En mas de 20 ocasiones leemos en el libro de Sofonías
expresiones como “el día de la ira de Dios”, “día de ira aquel día”, “el día del Señor” y habla de destrucción y de
furor con tanta dureza que no se había descrito antes en ningún otro
libro. Por eso debe ser uno de esos
libros impopulares de la Biblia, pero que es importante conocer para
protegernos de lo que nos aparta de Dios.
Lo realmente hermoso es que el juicio a las
naciones trae consigo a la restauración y el gozo que experimentará el
remanente de Israel, porque será fiel:
Sofonías 3:13 El
remanente de Israel no hará injusticia ni dirá mentira, ni en boca de ellos se
hallará lengua engañosa; porque ellos serán apacentados, y dormirán, y no habrá
quien los atemorice.
Y aquí una vez más queda expresado como
El que ama a Dios aborrece lo malo y lo quita para siempre; lo mismo hacemos
nosotros cuando algo que atenta contra la vida de nuestros seres amados implica
una amenaza, por lo que tratamos de erradicarlo de nuestras vidas, para evitar
accidentes (un arma en casa, cuchillos cerca a niños pequeños, una serpiente
suelta en el jardín, una infección que
debe ser atendida inmediatamente, etc.)
Si somos conscientes de esto,
estaríamos atentos a la voz de Dios para saber que lo que trata de hacer es alertarnos,
y enseñarnos como debemos andar en sus caminos, dejando la autocomplacencia y
oyendo nuestra propia voz para tranquilizar nuestra conciencia o alimentar
nuestro ego…. Y eso equivoca nuestro camino hacia Dios. El nos quiere apartados para Si, buscando la
santidad diariamente; nosotros solos no podemos, pero con Cristo si podemos
porque El es quien nos fortalece.
Puede que la ira de Dios no este
determinada para sus hijos y quienes le hayan sido fieles, pero eso no nos da
derecho a vivir bajo nuestros propios deseos y preceptos. El bien es uno solo, así como la verdad; no
hay relatividad en ello, porque eso es lo que ha corrompido a tal grado nuestra
mente y sociedad. Dios nos puso a elegir
entre el bien y el mal entre la vida y la muerte, pero también nos recomendó
elegir el bien… es nuestra decisión, pero debemos saber que la justicia
de Dios es inmutable y se debe cumplir, para que ella sea perfecta e
inquebrantable. La justicia de Dios
abomina la maldad… así como nosotros deberíamos hacerlo también.
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