jueves, 16 de octubre de 2014

A veces no entendemos lo que sucede a nuestro alrededor; nos sentimos desconcertados y llegamos hasta dudar que Dios este con nosotros.  Cuando los dos discípulos caminaban a Emaus, era un  transitar de derrota y de tristeza por que el Senor había muerto;  El mismo se aparece  resucitado y empieza a caminar con ellos, pero no se pudieron dar cuenta porque sus ojos estaban velados... la pregunta es porque estaban velados sus ojos?  por la preocupación? por la tristeza y desesperanza? La palabra de Dios dice que estaban nublados para que no conocieran  a Jesús, y lo interesante de este pasaje es que nuestro Dios es tan misericordioso que permite que ellos saquen todo ese dolor y expresen lo que estaba aconteciendo por la muerte se Su Maestro para después hacer un recorrido por todas las escrituras explicándoles la necesidad del sufrimiento del Mesías.
 Lo cierto es que cuando compartieron la cena con el Senor, sus ojos fueron abiertos, le reconocieron y entendieron... Solo hasta que compartimos la cena con nuestro Senor, esto es recordando su muerte y resurrección, podremos tener abiertos nuestros ojos para darnos cuenta que el mismo Jesús camina con nosotros, en cualquier situación por dura que parezca, hasta el fin de nuestros días.
A veces nuestras limitadas expectativas de la vida nos llevan a no entender los propósitos divinos de lo que esta sucediendo; los discípulos y muchos seguidores de Jesús le veían como ese Mesías que salvaría a su pueblo de la opresión, pero en la forma en que ellos creían debía hacerlo, no en el método que utilizo Dios; porque de todas maneras el Mesías vino, nos libro de la opresión, nos dio salvación y vida eterna y nos reconcilio con Dios... pero ellos no pudieron darse cuenta hasta que resucito y les fue enviado el Espíritu Santo.  Con nosotros no es muy distinto; los planes divinos cuesta y mucho, entenderlos y aceptarlos; pero la fe que sobrepasa todo entendimiento humano, es la que nos lleva a perseverar y estar confiados en todas esas promesas que se han ido cumpliendo una a una a través de los siglos.

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