miércoles, 30 de septiembre de 2015

No juzgar a tu amigo sin saber si atravieza por una prueba.

JOB 22-24 No juzgar a tu amigo sin saber si atravieza por una prueba En el tercer turno de Elifaz de establecer sus argumentos ante Job, esta vez se vuelve mas severo y no tiene ni la menor intención de imaginarse que siquiera pudiese estar equivocado y acusar injustamente a su amigo. Con esta declaración se resume lo que el afirma en su discurso: “Job 22:5 Por cierto tu malicia es grande, Y tus maldades no tienen fin. “ Un hombre que cree conocer a Dios esta respondiendo como si fuera El, emitiendo un juicio sobre su amigo que esta pasando por las peores desgracias y que nada ha hecho, porque miren lo que dice en el Cap 1: “un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.” Leerlo en la palabra es muy fácil de percibir, pero cuantas veces no nos hemos acercado a nuestro cónyuge, amigo, hermano, incluso a nuestros padres con una actitud acusadora y definitiva? Siempre tiene que existir la misericordia, incluso para abrir nuestras bocas y tratar de explicar lo que en nombre de Dios no PODEMOS. Para eso se necesita tener un corazón muy limpio y muy blando, porque reconocer los errores ajenos es muy fácil, pero no sabemos que hay detrás de todos ellos y muchos menos si la mano de Dios a permitido que muchas de esas cosas sucedan. Y aquí se manifiesta una verdad que es la que se define en la palabra de Dios: Amaras al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y A TU PROJIMO COMO A TI MISMO. Dice la palabra que en este mandamiento se resumen la ley y los profetas. Estaría Elifaz amando a Job verdaderamente, cuando lo que dice, incluso lo que piensa no tiene ningún fundamento en la palabra de Dios? No esta diciendo mentiras, lo que dice es cierto en la mayoría de los casos, pero no estamos llamados a decir verdades en nombre de Dios e ir hiriendo a las personas si no hay un amplio conocimiento de los sucesos. La Biblia dice que el Espíritu Santo nos da discernimiento, para saber lo que viene de Dios y lo que no, pero también nos da dominio propio para refrenar nuestra lengua cuando lo que se dice no tiene sentido y solo va a causar mas pena y dolor. Misericordia primero, y seguramente el día que el Señor nos llame para exhortar a alguien, lo vamos a saber claramente. Sabemos que el final de la historia, es que Job tuvo que orar por sus amigos para que ellos fueran restaurados de tan grande error que habían cometido.

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