jueves, 3 de septiembre de 2015

Religion no es comunion. Marcos 7

Marcos 7, Religión no es comunión En este pasaje suceden cosas importantes y relacionadas entre si pese a la diversidad de narraciones. La curación de la hija de la mujer siro fenicia, la sanción del sordomudo y la conversación que resulta por la critica de los fariseos a los discípulos de Jesús por no lavarse las manos para tomar los alimentos. Los dos primeros eventos resultan de una fe genuina que permitía se obraran todos estos milagros; ya habíamos visto en el capitulo anterior como cuando Jesús fue a sus tierras encontró tan poca fe que en Mrc. 6:5 dice”… y no pudo hacer allí ningún milagro” por causa de la incredulidad. Luego que recorre regiones paganas, encontramos en este capitulo dos sanciones a personas completamente desligadas del pueblo de Dios y de tener esa supuesta relación que los fariseos trataban de demostrar era la adecuada, preservando doctrinalmente la Ley de Moisés. Igual, como el mismo Jesús lo dijo, eran hipócritas, pues sus corazones le confesaban pero cuan lejos estaban de El Padre, tanto o mas que estos gentiles que nunca habían tenido una religión que les acercara a Dios. Porque lo que estaban haciendo los fariseos era distorsionar a tal punto la ley de Moisés, que normas tan sencillas como el lavarse las manos antes de tomar los alimentos, lo habían convertido en un ritual sin el cual era imposible hacerlo, ya que señalarían y juzgarían este comportamiento como lo estaban haciendo con los discípulos de Jesús, pero que la critica iba para El mismo maestro. Jesús explica como todo lo han distorsionado con el tiempo, y les explica que cuando ellos eluden la responsabilidad de cuidar a los padres económicamente excusándose en que ese dinero es usado para el diezmo, están manipulando lo establecido en la Ley de Moisés porque un mandamiento no puede eludir al otro. Con la explicación de que lo malo es lo que sale del corazón y no lo que entra en su boca, Jesús esta tratando de explicar que cada cosa que exteriormente se haga, supuestamente para agradarle a El, si no hay una verdadera intención de alabar y adorar a Dios o de cumplir su palabra, no tiene sentido y se esta poniendo por ley mandamiento de hombre. En nuestro medio, muchas veces nos aferramos a hacer cosas establecidas por las tradiciones de nuestros hogares, iglesias, religiones y las confundimos con la misma palabra de Dios, y así mismo, nos atrevemos a juzgar a otros que no participen de estas acciones. Debemos tener cuidado, porque si alguien conocía la palabra de Dios eran los fariseos, y eso de poco les sirvió para mantenerse en una relación sana con Dios; a simple vista lo que ellos hacían estaba bien, protegiendo la ley de Moisés… pero cuan equivocados estaban en sus razonamientos y actitudes, que les llevaron a endurecer sus corazones y no poder reconocer al mismo Dios que tuvieron en frente de ellos, y prefirieron entregarle y matarle antes que tratar de reflexionar si tantos milagros que estaban presenciando eran la respuesta a ese Mesías que esperaron por tanto tiempo. Esas cosas suceden poco a poco, día a día; por eso, la relación diaria con Dios es más importante que cualquier ritual que hayamos establecido para justificar nuestra justicia y piedad ante Dios y los hombres. Un corazón contrito, humillado, a ese es el que El Senor no rechaza… sabiéndonos pecadores y capaces de caer en cualquier instante; no quiere un corazón señalador, prepotente, indiferente, insensible ante el dolor, necesidades o inmadureces de los demás. Religión no es lo mismo que comunión.

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