Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. Santiago 2:19
Cuidado: Los demonios creen en Dios, pero no son salvos!!!
Primero, tenemos que establecer
una diferencia entre creer en Dios y creerle a Dios. Cuando se usa la palabra “en”
se esta utilizando sobre una generalidad:
Creo en Dios… cualquiera podría decir esto. Cuando se utiliza la preposición “a”
es diferente. Miren la definición del
diccionario cuando a es antecedida por un verbo: “a” prep. Denota el complemento de la acción del verbo… cual es la acción del
verbo? Creer y cual es su complemento? A
Dios, A el, A lo que El dice. Bueno, no se
trata de una discusión sobre semantica; el punto es que la mayoría creemos en Dios, así sea para decir que no le aceptamos.
La Biblia dice
que hasta los demonios le temen a Dios, o sea, que ellos creen y saben quien es
Dios y además, le temen. En el pasaje
del endemoniado Garadeno, la palabra dice en Marcos 5:6-7 “
Cuando vio, pues, a Jesús de lejos, corrió, y
se arrodilló ante él.
7 Y clamando a gran
voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me
atormentes.
El espíritu inmundo dentro de ese hombre a quien dominaba
desde hacia muchísimo tiempo, se
arrodillo ante Jesús. Le conocía, sabía
quien era y le hizo reverencia. No es
gran cosa creer en Dios y conocerle; repito, todos le conocen, inclusive Satanás.
Creer en Dios no proviene de la fe que justifica. La cuestión es que cuando creemos a Dios estamos no solo creyendo sino
actuando para obedecer y seguir la dirección
de Dios. Como muchos dicen, la fe tiene
pies, es decir camina, no es estática. De
ahí que se nos diga en Santiago 2:20 que
la fe sin obras es muerta. Porque de
nada sirve un pensamiento que no lleve a la acción y es vano leerse y saberse
la Biblia de memoria si no nos lleva a un actuar desde nuestro corazón.
Por la gracia de Dios somos salvos, pero esa salvación requirió
de un precio muy alto; la vida de Jesucristo el hijo de Dios. Si nosotros no creemos en el precio que Jesús
pago por nuestros pecados, si no estamos convencidos de que somos pecadores, si
no creemos en la obra de la cruz, nunca vamos a poder ser salvos, así nos
conformemos con decir que creemos en Dios.
Por creer en Dios no te salvaras, la salvación y vida
eterna es una cuestión de verdadero arrepentimiento y humildad para reconocer
el amor tan grande de nuestro Señor Jesucristo para morir por mis pecados. Esa es una obra de fe; es un actuar en el espíritu.
Es la única forma en que puedo llegar a Dios: a través de su Hijo Jesús… No hay otra forma,
doctrina, religión, adoración, sacrificio, obra, alabanza… nada puedes hacer
para obtener la salvación; nada puede compararse al sacrificio de la cruz por
el cual hemos sido restituidos a nuestra comunión con Dios interrumpida por el
pecado. La paga del pecado es muerte y
Cristo murió por ti y por mí para que no tuviéramos que pagar nosotros con
nuestras vidas. Crees esto??? Si en tu corazón lo crees, es lo único que
necesitas para ser salvo. Si no, por más
cercano que creas estar de Dios, no podrás ser salvado sin utilizar el camino
planteado para hacerlo. Fue lo que Dios estableció
y fue hermoso.
Parece una contradicción entre la fe sin obras es muerta y no
puedo hacer nada por ti mismo para salvarte; pero la fe en el hijo de Dios es
la que me lleva a arrepentirme de mis pecados, que requiere una acción de no
volverlo a hacer; ese es un arrepentimiento verdadero; no es simple
culpabilidad… arrepentirse amerita una acción, un cambio en la manera de actuar…
si en verdad creo que Jesús murió por mi… De ahí en adelante, seguro que el
pecado nos entristecerá de sobremanera, porque fue alto precio el pagado por mi
redención. Por eso es que luego dice la
palabra que por sus frutos los conoceréis…
Dios hizo un plan maravilloso de redención para tu vida y
la mía; encuéntralo, síguelo, no lo sueltes, porque es la única vía que tenemos
para estar en su divina y perfecta presencia.
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