lunes, 17 de noviembre de 2014

Interceder es servir

2 Tesalonicenses 11-12
Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder,
para que el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.
Es muy común leer en el nuevo testamento como Pablo esta siempre en oración por las iglesias recién formadas por todo el antiguo continente.  En todo momento estaba dispuesto a orar por todos los nuevos convertidos y seguramente, hasta el momento de su muerte lo hizo con fervorosa pasión. 
Una de las herramientas mas importantes que tenemos los cristianos es la oración y con ella la intercesión por otros.  Estamos muchas veces tan ocupados  en nuestros diferentes roles diarios como padres, trabajadores, esposos, amigos  que nos olvidamos de nuestra principal ocupación:  el buscar la presencia de Dios.  Si no estamos continuamente procurando  la dirección y asistencia del Señor, difícilmente podremos cumplir con éxito alguno de los roles descritos anteriormente.  Lo mas preocupante es cuando pensamos que nos estamos ocupando de las “cosas de Dios” trabajando arduamente de día y de  noche en nuestras iglesias, pero…  incluso allí, podemos estar olvidando  estar en la presencia del Señor.  Es que la religiosidad, el activismo, la legalidad, el mundo, también han invadido la iglesia y allí  nos ocupan de tal forma que perdemos de vista al motivo de todo nuestro trabajo:  Dios. 
Miremos lo que dice Lucas 10:28-42
38 Mientras iba de camino con sus discípulos, Jesús entró en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. 39 Tenía ella una hermana llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba lo que él decía. 40 Marta, por su parte, se sentía abrumada porque tenía mucho que hacer. Así que se acercó a él y le dijo:
—Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sirviendo sola? ¡Dile que me ayude!
41 —Marta, Marta —le contestó Jesús—, estás inquieta y preocupada por muchas cosas, 42 pero sólo una es necesaria.[a] María ha escogido la mejor, y nadie se la quitará.
Marta no estaba haciendo nada malo, de hecho estaba supuestamente “sirviendo” a Jesús… pero estaba tan turbada en estos asuntos, que no estaba escuchando con la atención y disposición de Maria, quien a los ojos de su hermana actuaba pasivamente. 
Cual es la mejor parte? Estar buscando la presencia de Dios en todo momento; y toda las demás obras vendrán como consecuencia de estar buscando esta presencia.

Una de las cosas mas maravillosas que el Señor nos enseño fue a interceder por otros y esta es una linda forma de estar sirviendo al Señor sin necesidad de estar ocupándonos vanamente de otras cosas que si bien son importantes para las iglesias han desplazado el motivo principal para lo cual fuimos llamados.  No nos olvidemos de buscar al Señor diariamente, esperar sus respuestas y luego, comenzar por interceder por otros, por sus vidas, salvación, necesidades.  Eso seria de gran valor en el cuerpo de Cristo; necesitamos volver a las funciones sacerdotales que hasta el momento el propio Hijo de Dios desarrolla intercediendo por nosotros ante el Padre día y noche.   Romanos 8:34 dice que Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, quien además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.  Cristo es nuestro modelo y el nos enseño a pedir por otros e interceder por el perdón de tantas almas que no le conocen.  Busquemos su presencia, oremos por otros.

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