jueves, 6 de noviembre de 2014

Buscar al Senor

Es tiempo de buscar al Senor. 

 Busquen al Señor, todos los humildes de la tierra,
    los que han puesto en práctica sus normas.
Busquen la justicia, busquen la humildad;
    tal vez encontrarán refugio
    en el día de la ira del Señor.   Sofonías 2:3


A Sofonías le toca continuar con el tema desagradable para muchos del “día del juicio de Dios”.  Muchos incluso no creen  en estos libros, porque dicen que un Dios de Amor no haría nada en medio se su ira….  Pero como cuando leemos el antiguo testamento y libros como el de Habacuc y Sofonías nos hacen ver que  parte de la justicia de Dios es la abolición completa de la maldad, y ello implica acciones de verdad temibles.

Sofonías quiere decir “oculto en el Señor”  y seguramente lo que sucedió con este hombre y muchos otros profetas de Dios, fue que en medio de tanta maldad y corrupción existía un remanente al cual pertenecen todos los que son fieles al Dios a pesar de las circunstancias.
Los versículos mencionados en la diapositiva, muestran como no puede haber una verdadera justicia si no se premia a los buenos y por supuesto se castiga la maldad.  En este sentido es claro ver que la justicia de Dios esta hecha para perseverar en la bondad, para proteger a sus escogidos; es  como las leyes terrenales, si vemos por que han sido promulgadas, no es para castigo de los malos sino para protección de los ciudadanos que hacen el  bien.

En mas de 20 ocasiones leemos en el libro de Sofonías expresiones como “el día de la ira de Dios”, “día de ira aquel día”,  “el día del Señor” y habla de destrucción y de furor con tanta dureza que no se había descrito antes en ningún otro libro.  Por eso debe ser uno de esos libros impopulares de la Biblia, pero que es importante conocer para protegernos de lo que nos aparta de Dios.

Lo realmente hermoso es que el juicio a las naciones trae consigo a la restauración y el gozo que experimentará el remanente de Israel, porque será fiel: 
Sofonías 3:13 El remanente de Israel no hará injusticia ni dirá mentira, ni en boca de ellos se hallará lengua engañosa; porque ellos serán apacentados, y dormirán, y no habrá quien los atemorice. 

Y aquí una vez más queda expresado como El que ama aborrece lo malo y lo quitara para siempre; lo mismo hacemos nosotros cuando algo que atenta contra la vida de nuestros seres amados implica una amenaza, por lo que tratamos de erradicarlo de nuestras vidas, para evitar accidentes (un arma en casa, cuchillos cerca a niños pequeños, etc.)
Si somos conscientes de esto, estaríamos atentos a la voz de Dios para saber que lo que trata de hacer es alertarnos, y enseñarnos como debemos andar en sus caminos, dejando la autocomplacencia y oyendo nuestra propia voz para tranquilizar nuestra conciencia o alimentar nuestro ego…. Y eso equivoca nuestro camino hacia Dios.


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