Busquen al Señor, todos los humildes de la tierra,
los que han puesto en práctica sus
normas.
Busquen la justicia, busquen la humildad;
tal vez encontrarán refugio
en el día de la ira del Señor. Sofonías 2:3
Busquen la justicia, busquen la humildad;
tal vez encontrarán refugio
en el día de la ira del Señor. Sofonías 2:3
A Sofonías le toca continuar con el tema desagradable para muchos del “día
del juicio de Dios”. Muchos incluso no
creen en estos libros, porque dicen que
un Dios de Amor no haría nada en medio se su ira…. Pero como cuando leemos el antiguo testamento
y libros como el de Habacuc y Sofonías nos hacen ver que parte de la justicia de Dios es la abolición
completa de la maldad, y ello implica acciones de verdad temibles.
Sofonías quiere decir “oculto en el Señor”
y seguramente lo que sucedió con este hombre y muchos otros profetas de
Dios, fue que en medio de tanta maldad y corrupción existía un remanente al
cual pertenecen todos los que son fieles al Dios a pesar de las circunstancias.
Los versículos mencionados en la diapositiva, muestran como no puede haber
una verdadera justicia si no se premia a los buenos y por supuesto se castiga
la maldad. En este sentido es claro ver
que la justicia de Dios esta hecha para perseverar en la bondad, para proteger
a sus escogidos; es como las leyes
terrenales, si vemos por que han sido promulgadas, no es para castigo de los
malos sino para protección de los ciudadanos que hacen el bien.
En mas de 20 ocasiones leemos en el libro de Sofonías expresiones como “el día
de la ira de Dios”, “día de ira aquel día”, “el día del Señor” y habla de destrucción y de
furor con tanta dureza que no se había descrito antes en ningún otro
libro. Por eso debe ser uno de esos
libros impopulares de la Biblia, pero que es importante conocer para
protegernos de lo que nos aparta de Dios.
Lo realmente hermoso es que el juicio a las naciones trae consigo a la
restauración y el gozo que experimentará el remanente de Israel, porque será
fiel:
Sofonías 3:13 El remanente de Israel no hará
injusticia ni dirá mentira, ni en boca de ellos se hallará lengua engañosa;
porque ellos serán apacentados, y dormirán, y no habrá quien los
atemorice.
Y aquí una vez más queda expresado como El que ama
aborrece lo malo y lo quitara para siempre; lo mismo hacemos nosotros cuando
algo que atenta contra la vida de nuestros seres amados implica una amenaza,
por lo que tratamos de erradicarlo de nuestras vidas, para evitar accidentes
(un arma en casa, cuchillos cerca a niños pequeños, etc.)
Si somos conscientes de esto, estaríamos atentos a la voz
de Dios para saber que lo que trata de hacer es alertarnos, y enseñarnos como
debemos andar en sus caminos, dejando la autocomplacencia y oyendo nuestra
propia voz para tranquilizar nuestra conciencia o alimentar nuestro ego…. Y eso
equivoca nuestro camino hacia Dios.
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