En Contra de todos, pero en el Nombre de Dios.
1 Samuel 17:45 Entonces dijo David al filisteo:
Tú vienes contra
mí con espada, lanza y jabalina; pero yo voy contra ti en el nombre de Jehová
de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has
provocado.
Esta historia de David y Goliat es muy conocida por todos
desde que estamos pequeños. Y si bien
comprenderla con la sencillez de un niño alimenta nuestro deseo mas profundo de
que el bien pueda vencer y los superhéroes sean personas comunes y corrientes
como nosotros, cuando crecemos entendemos estas historias en su verdadera
dimensión. Aquí esta David, un muchacho de 16 anos
aproximadamente, valeroso, sin temor de nada, pero confiado en las habilidades
que había desarrollando como pastor de ovejas.
Si recuerdan el pasaje, Dios había enviado al profeta Samuel a ungir a
David en la casa de su padre Isai, y Dios le decía a Samuel que ninguno de los
hijos presentes en el momento iba a ser el ungido; entonces se vio obligado
Samuel a preguntar por otro mas, entonces Isai le dice que solo quedaba su hijo
menor el que apacentaba ovejas. Contextual
icemos la historia: al parecer y ante
una misión de tal importancia, todos
estaban a la expectativa de cual iba a ser el próximo ungido de Dios, y se
hicieron presentes todos los hijos de Isai, que tenían formación para la guerra y seguramente de grandes
cualidades a los ojos humanos. Pero Dios
ya tenía su elegido conforme a Su corazón y no era ninguno de ellos. Era el mas pequeño de los hijos, y quizás el
mas débil, desvalido y tenido por menos, incluso por su padre que no le mando a
llamar para la cena donde supuestamente debían estar todos sus hijos. El resto de la historia la conocemos bien en
1 Samuel:16.
Lo que paso en el valle de Ela, donde todo el ejercito de
filisteos estaba armado y listo para pelear y donde el gigante paladín Goliat
amenazaba por mas de 40 días al ejercito de Israel, pues exigía un contrincante
que le diera su talla. Otra vez y frente
a todos los pronósticos, es David el encargado de tan arriesgada misión. En los tiempos de David el ejercito de Israel
y Juda alcanzo un numero de 1’300.000 hombres aptos para la guerra, recuerden
que en oposición a Dios David los mando a Censar; No se cuantos de estos
hombres estaban presentes en el momento de la batalla contra Goliat, ni cuantos
serian los integrantes del ejercito Filisteo, pero debieron ser muchos: 600.000 de cada ejercito? 1’000.000? en todo caso eran dos ciudades
enteras, tan grandes quizás como la que
tu habitas hoy, enfrentadas en una batalla.
Y de todo este inmenso numero de personas, solo UNO estaba completamente convencido de lo que podía hacer en
el nombre de Jehová de los ejércitos… El enemigo se burlo de el, o sea que
descartemos que siquiera hubiesen sentido temor por el… Pero de los Israelitas,
tampoco había mucha confianza en este muchacho que tan valientemente se havia
airado porque afrentaron el nombre de Dios.
Es una inmensa confianza frente a todos los pronósticos,
frente a una realidad terrible, innegable, destructora, aquí viene este
muchacho confiado en el Dios de sus antepasados a librar la batalla que ninguno
de los expertos se atrevió a hacer. No
tenia formación militar, pero sabia cuidar ovejas; no tenia armamento, pero
usaba una honda con piedras; no tenia la seguridad de su entrenamiento, pero si
la confianza en que Dios le podría dar la victoria. Cuanta valentía y confianza en Dios… Ahora
pensemos en lo que nos sucede diariamente a nosotros: El medico dice que esa enfermedad es mortal,
los especialistas lo confirman y la familia empieza a hacer los preparativos
para suplir esa enfermedad. Nos
atrevemos a batallar? Ese hijo rebelde
que solo nos da malos ratos y vergüenzas, en la escuela lo reprueban, las
autoridades dicen que es malo… podremos decir lo contrario? O nos rendimos en
el otro lado de la batalla? Ese esposo
que no cambia, día a día nuestra vida matrimonial parece irremediable, todos
ven los comportamientos de nuestro cónyuge, y nos animan a terminar la relación,
y parece que ya no damos mas…los sicólogos dicen que no es sano para los niños
ni para ti…. Nos atreveremos a confiar en El Señor para librar esta
batalla? Ese vicio que por largo tiempo
parece ser el único compañero y la única distracción en este mundo tan complicado, ya han habido 3
entradas a rehabilitación sin éxito, todos nos dan por perdidos… podremos ir
contra el mundo y decirles que vamos en el nombre de Jehová de los ejércitos?
Los tiempos que vivimos no son fáciles, las luchas para
todos los seres humanos son a muerte; cristianos y no cristianos nos vemos sometidos a constantes enfrentamientos
con las situaciones que a veces parecen insuperables… Pero Dios permitió que
nosotros tuviéramos su Palabra para alimentarnos de ella y saber que en el
nombre de Dios iremos a pelear cada batalla, así el resto del mundo se oponga y
crea que estamos locos. Esa es una fe
inquebrantable, en Dios quien a través de su hijo Jesucristo nos dio el
cumplimiento de todas sus promesas, “porque todas las promesas de Dios son en
El Si, y en El Amen, por medio de nosotros, para la gloria de Dios” 2
Cor 1:20.
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